martes, 18 de marzo de 2014

¡Cuidado! Imágenes impactantes


Amanecer



¿Cuántas veces en los noticieros televisivos, o en los programas llamados magazines, el conductor anuncia que veremos “imágenes impactantes”? Es cierto, lo vimos muchas veces. ¿Cuáles eran esas imágenes? Desastres naturales, choques de autos múltiples, delitos sangrientos, o alguna otra situación que cause pavor en los espectadores. Pero, ¿cuántas veces una “imagen impactante” es algo que alegra y trae paz? Con seguridad, me atrevo a decir que nunca nos mostrarán un amanecer, o el vuelo de un pájaro, el despertar de un bebé, o el ladrido de un perro, como imagen impactante. Todavía no entiendo la finalidad de llenar de negatividad la mente de las personas, en tratar de evitar que se den cuenta de que es impactante cada cosa que se tiene al lado. Una persona, una mascota, uno mismo.

Vuelo de pájaro

El término “impacto” según el diccionario significa: impresión que alguien o algo produce. Pero no solo las cosas trágicas nos causan impacto. O al menos no solo eso debería causarnos impresión. Da la sensación de que los medios nos metieron el chip de que solo lo desgraciado nos tiene que helar la sangre o darnos piel de gallina. Hay que avisarles que no solo de eso se puede conmover el ser humano. En mayor medida lo que más nos debe de impactar es todo lo que consideramos simple. Una pareja de ancianos caminando de la mano por la vereda, la caballerosidad de un chico, un aro iris, un perro rescatista, el humo de un café o un mate bien caliente en invierno. ¿Acaso eso no nos genera placer visual, y a su vez paz interna? Por supuesto que sí, pero nos bombardean con tantas cosas negativas que nos olvidamos que aquello que creemos que lo tendremos siempre no nos debe causar impacto. Hoy en día “no vende” todo eso. 

La lluvia

Nos hacen consumir lo que les dicta su antojo, y por esa razón caemos en la creencia de que solo nos impacta lo fatal, lo trágico, lo nefasto. Pero no. Avisémosle que no es así. Primero convenzámonos a nosotros mismos de que lo más mínimo es lo que nos tiene que impactar, nos tiene que causar impresión. 

Café bien caliente

Después nos vamos a dar cuenta que ya no es algo mínimo. Que a partir de ahora las "imágenes impactantes" sean aquellas que nos regocije el alma al solo abrir los ojos por las mañanas.